Rescate de saberes y formación de nuevos liderazgos son parte del trabajo que se realiza en la comunidad matsigenka Koribeni, en Cusco.

Comunidad Koribeni: conociendo el camino matsigenka

Rescate de saberes y formación de nuevos liderazgos son parte del trabajo que se realiza en la comunidad matsigenka Koribeni, en Cusco.

La directiva de la comunidad matsigenka Koribeni impulsó la participación activa de comuneras y comuneros en todo el proceso.

26 de noviembre.- La comunidad nativa Koribeni revalora los saberes ancestrales del pueblo Matsigenka mediante la transmisión intergeneracional de conocimientos y la actualización de bases normativas para la buena gestión comunal.

A través de espacios de formación, integrantes de esta comunidad fortalecen los vínculos con su propia historia y rescatan prácticas culturales en desuso. Además, la comunidad prepara un libro testimonial con las voces de sabios y sabias locales.

A nosotros nos fortalece, porque es una forma de proteger nuestro territorio a través de mantener nuestra cultura. Hay esas ganas de plasmar y perpetuar nuestra historia y nuestro legado como matsigenka”, indica Gabriela Loaiza, jefa de Koribeni. 

“[Este proceso es] para que no nos olvidemos de la vida que hemos llevado con nuestros padres […] No queremos olvidar nuestras costumbres como matsigenkas”.

Blanca Seri Olivera, sabia de Koribeni

Compartiendo memoria

La comunidad nativa Koribeni se encuentra en el distrito de Echarati, La Convención (Cusco). Está atravesada por el río Urubamba y alberga a unas 225 familias.

La presencia de una carretera, la cercanía con la ciudad y otros caseríos, así como la escasez de docentes matsigenkas, generan un contexto desfavorable para el cuidado de saberes y estilos de vida ancestrales, apunta Loayza.

Ante esta preocupación, la comunidad elaboró estrategias para preservar y transmitir conocimientos a las infancias y juventudes locales. Esto incluyó un plan que pusieron en práctica en la institución educativa local José Pío Aza, donde 113 estudiantes aprendieron a elaborar productos de artesanía, cestería, flecha y platos tradicionales del pueblo Matsigenka.

Vamos a seguir con lo que hacían nuestros abuelos, nuestros papás. Ellos sabían hacer chicha, masato, shitikanato […]. Vamos a seguir adelante con todo lo que hemos aprendido”, afirma Rosa Quispe, sabia de la comunidad.

Paralelamente, la comunidad viene elaborando un documento que recoge los testimonios de sus sabios y sabias. Estas historias están al margen del discurso oficial y contienen conocimientos que están “dormidos, pero tienen esa capacidad de volver”, como señala la antropóloga Cynthia Cárdenas, quien acompaña este proceso.

Es interesante lo que se está gestando en la comunidad […]. Hay un interés en que esas oralidades, que son tan potentes, puedan estar en un libro no solo pensado hacia afuera sino pensado hacia adentro también y hacia las generaciones más jóvenes”, comenta Cárdenas.

Todo esto nos habla de la creatividad indígena y nos invita a pensar la palabra tradición con la que solemos rotular los conocimientos indígenas. Nos muestra su agencia para encarar los cambios

Cynthia Cárdenas Palacios, antropóloga

Nuevos liderazgos

El trabajo colectivo también ha involucrado tanto a dirigentes antiguos como actuales para crear una escuela de liderazgo donde se viene impulsando la participación de mujeres y juventudes. 

Este espacio de formación fortaleció habilidades blandas y temas clave como derechos de pueblos indígenas, gobernanza y territorio.

Es importante tener liderazgo en nuestra comunidad para gobernar y conocer nuestros derechos. Ahí influye la protección de nuestro territorio y los bosques amazónicos”, explica Lizbet Kaibi Bazán, comunera de Koribeni.

Buen vivir

Asimismo, la participación de la comunidad estuvo presente en la actualización del estatuto local y en la creación del reglamento interno para la adecuada conducción organizacional de la comunidad. 

Elaborar estos documentos permiten identificar las problemáticas y necesidades de la comunidad, con el fin de proponer soluciones y determinar lineamientos para el buen vivir.

Como lo he aprendido de los abuelos, el buen vivir matsigenka es el saber escuchar, saber compartir, conocer nuestra historia y cuidar nuestra naturaleza. Ese es el buen vivir: compartir y respetar, dice Gabriela Loayza, lideresa de Koribeni.

Desde el Programa de Apoyo Local del Fondo Socioambiental del Perú, Dennis Meza remarca que “este es un reflejo del esfuerzo y la necesidad que existe en los pueblos de mantener viva su cultura, de mantener vivos sus conocimientos y de retomar justamente a los ancestros, a los abuelos para rescatar esta ancestralidad”.

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